Sold out
Cada año en el Bierzo supone un nuevo reto. Tras un lustro de temperaturas poco habituales en la zona, las de la añada 2018 fueron “normales”. Es decir, en invierno hizo frío, nevó y llovió, en primavera las temperaturas fueron templadas y llovió bastante al final, y el verano fue seco y caluroso. La tierra agradeció las abundantes precipitaciones y el resultado, aún afinándose en barricas, promete satisfacer los paladares más exigentes. Se recomienda decantar.