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Alejandro Fernández es la viva imagen de un hombre hecho a sí mismo. Un hombre que, desde su juventud, alimentaba un sueño: crear su propia bodega y elaborar en ella grandes vinos tintos.Siguiendo la tradición familiar -aprendida de su padre- Alejandro elaboraba vino cada año con uvas de sus pequeños viñedos. Pero hubo de esperar hasta 1.972 para tener su propia y verdadera bodega: un pequeño lagar de piedra, del siglo XVI, en donde se realizaba casi todo el proceso. Tuvieron que pasar 10 años para que la bodega de Tinto Pesquera tuviera, más o menos, el aspecto que tiene hoy día. Los comienzos no fueron fáciles. Alejandro fue el primero en introducir el cultivo en espaldera (en la ‘Viña Alta’).El tiempo habría de poner las cosas en su sitio. Más de 200 hectáreas de hermoso viñedo abastecen hoy a la bodega. Y todas de Tempranillo, la “reina de las uvas”, la delicada variedad en la que Alejandro es un maestro.Pesquera Crianza (100% Tinto Fino) permanece 18 meses en barricas de roble americano, de varios usos, con trasiegas cada 3 meses.